Deporte

Will Grigg’s on fire

De cómo la afición de Irlanda del Norte encumbró a un jugador con poco protagonismo en su selección creando un cántico pegadizo.

La canción de moda de la Eurocopa 2016

¡Aficionados del fútbol! Viajemos a la Eurocopa del 2016, esa que ganó Portugal por 1-0 a Francia en la final y en la que España cayó estrepitosamente contra Italia. Cierren los ojos por un momento y piensen en un jugador que marcase un gol en esa Eurocopa para Irlanda del Norte. ¿No se les ocurre? Hagamos otra prueba… Ahora con dos oportunidades: ¿quién era el capitán de Irlanda del Norte o cómo se llama su portero? Resulta complicado recordarlo, ¿verdad? Pero ahora, seguro que será mucho más sencillo. ¿Cuál fue la canción más coreada de esta Eurocopa? ¡Y no! No vale David Guetta. Seguro que en algún momento han tarareado sin saberlo el mítico tema Freed From Desire de los años 90 de la cantante italiana Gala. Pues bien, todo esto tiene una historia. Una de esas situaciones utópicas del mundo del fútbol… o cómo el sueño de un irlandés desconocido se hizo realidad por unos días.

Permítanme que les presente a Will Grigg, uno de los jugadores más prometedores del fútbol norirlandés en esos años. Solamente tenía por aquella época 24 años, jugaba de delantero en el Wigam Athletic de la Football League Championship o lo que es lo mismo,  como si estuviéramos hablando de un jugador de la Tercera División española. Grigg nació en Inglaterra, pero tiene raíces norirlandesas por su abuelo, lo que le llevó a debutar con la selección nacional de Irlanda del Norte. Su debut fue pésimo: perdió ante Países Bajos por seis goles a cero y desde entonces no volvió a dar señales de vida en una convocatoria con la absoluta.

Sin embargo, el verano de 2016 su vida dio un giro de 180 grados. Su buena temporada le valió la oportunidad de viajar con su país a la Eurocopa de Francia. Aunque su participación fue escasa o nula. No jugó ni un solo minuto, pero eso es lo que le ha llevado a ser el jugador más popular de todo su equipo.  Su afición le eligió como referencia para versionar la canción citada con anterioridad. Un tema muy conocido, pero con una letra tan desconocida y tan accesible de versionar con el nombre del jugador, que no solo los hinchas irlandeses, sino los propios rivales no cesaron de corear durante toda la Eurocopa de Francia.

Le sirvió de poco porque su selección cayó eliminada y su entrenador no le dio un solo minuto, aunque seguramente viendo la repercusión, poco le importó.  Todo el mundo quería a Will Grigg. Todo el mundo conocía al jugador, o al menos su nombre. Porque pocos hablan ya de su proyección o sus perspectivas presentes o futuras, pero todo el mundo canta la que ya se ha convertido en su canción, sin él quererlo o esperarlo.

El fenómeno del jugador traspasó todos los límites esperados. Después de ser recibido como un héroe en Belfast por su público, aficionados del Wolfsburgo alemán creyeron que podía ser un golpe de efecto en cuanto a marketing se refiere. Además de sus posibilidades como ariete, creían que podía ser una fuente de ingresos y de publicidad para su club. Por ello comenzaron una campaña de recogida de firmas para que su club proceda al fichaje, que finalmente no se dio. Después de cuatro temporadas en el Wigan fichó por el carismático Sunderland donde juega en la actualidad, previa cesión el año pasado en el Milton Keynes. Sin duda, éste jugador se ha convertido en una anécdota en la historia de las Eurocopas, todo ello, recuerden, sin haber jugado un solo minuto en la competición europea y jugando en un equipo de Tercera División. Ya lo dice la canción Will Grigg is on fire.

Fotografía | Francois Mori

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