Deporte

Tjørring IF

El equipo de fútbol danés Tjørring IF se encuentra lejos de los grandes focos pero esconde una gran historia detrás de su camiseta.

Historia de una camiseta

Ojeando camisetas de fútbol para ampliar mi colección me topé con una que me resultaba llamativa. Granate en su totalidad, coronada por unas mangas celestes y limpia de publicidad, esto último es algo raro en los tiempos que corren ya que hasta el equipo más humilde reserva cualquier espacio de la equipación para estampar los sponsors que costeen los gastos del club. La elástica pertenece al Tjørring IF, un equipo de Dinamarca del que sus colores me resultaron familiares en un primer momento.

Los amateurs felices

Herning, traducido como lugar del cerro, se ubica en el centro de la península de Jutlandia en Dinamarca y es la ciudad donde surge el Tjørring IF. Esta localidad de orígenes humildes se caracteriza por la producción de lana, la industria textil y los extensos campos de brezales que la rodean. Los primeros testimonios datan de la Edad Media y hablan de un pequeño asentamiento rural con una iglesia románica como elemento más destacado. Posteriormente el templo religioso fue sustituido por una mansión renacentista conocida como Herningsholm. Los habitantes se dedicaban en mayor medida al cultivo, la producción de lana y al tejido de prendas con este material que posteriormente vendían en ferias itinerantes. El impulso que propició el desarrollo de la ciudad para convertirla en un lugar próspero para vivir llegó cuando se construyeron las primeras carreteras que la comunicaban con otras regiones y la llegada del ferrocarril.

El inicio de la andadura del club como equipo de fútbol data del 19 de junio de 1946, 44 años después de la fundación de la liga danesa. El equipo siempre se ha movido por las categorías más bajas del fútbol de Dinamarca y su mejor resultado hasta el momento ha sido un decimotercer lugar en la tercera división. Actualmente juega en la quinta categoría que tiene un carácter semiprofesional lo que ha dado pie al sobrenombre con el que se conoce al club y a sus aficionados: los amateurs felices.

Cambio de colores

El granate y el celeste que hoy en día luce el Tjørring IF no estaban presentes por ningún sitio en sus inicios. Desde su creación el amarillo y el negro eran los colores representativos del club y los que vestían sus jugadores, una combinación similar a la del histórico y laureado Brøndby IF.

Transcurría 1983 cuando los responsables del club querían dar un cambio que elevase el apego de los ciudadanos de Herning al equipo de la ciudad y no se decantasen por equipos más potentes de categorías superiores, en definitiva, buscaban una mayor movilización de aficionados tanto en la localidad como en el estadio. En aquella época el fútbol inglés dominaba Europa con los triunfos del Liverpool, Aston Villa y Nottingham Forest en las últimas ediciones de la Copa de Europa, y el Ipswich Town como campeón de la Copa de la UEFA. Estos equipos eran los referentes del momento y como tal, muchos equipos del viejo continente se fijaban en ellos como modelos a seguir Los partidos de la liga de Inglaterra se retransmitían en ese momento por la tele danesa, algo que sirvió de idea a los directivos del Tjørring IF para proponer el cambio que buscaban.

Los dirigentes se pusieron en contacto con el popular programa Tipslørdag, encargado de retransmitir los partidos de Inglaterra, para proponer un concurso durante uno de los partidos que darían en directo ese fin de semana. Los colores del conjunto que ganase ese partido serían los nuevos que representarían al Tjørring IF. Los protagonistas de la contienda fueron el West Ham y el Tottenham, dando como ganador al primero. Desde entonces el equipo danés viste los significativos colores de los Hammers.

Más que un club de fútbol

Este cambio tan significativo en la vestimenta de los jugadores no significó ningún problema para los aficionados que adoptaron los nuevos colores con entusiasmo. A pesar de no contar con una vitrina llena de trofeos y grandes gestas, el club deportivo cuenta con una gran comunidad que lo sigue en las diversas disciplinas que acoge, ya que el fútbol no es lo único que se practica pues tienen equipo de bádminton, balonmano, gimnasia, tenis, voleibol… y hasta una sección para personas discapacitadas con un equipo de baloncesto en silla de ruedas. En los últimos años también se está impulsado el fútbol femenino con un equipo absoluto y una cantera con niñas de la ciudad.

El club cuenta con una variedad de instalaciones para la práctica de todas las modalidades e inauguró en el año 2016 el Hessel Arena con una capacidad para 500 espectadores, aunque al ser un campo sin asientos se puede ampliar. Anteriormente el equipo de fútbol jugaba en el estadio municipal de Herning que disponía de 1.200 localidades pero era propiedad del ayuntamiento. El nuevo campo es pequeño pero suficiente para seguir los partidos tanto apoyado en las vallas a la vieja usanza o en una pequeña tribuna de madera a la que se encuentra anexada una cantina donde poder disfrutar de algún aperitivo típico de la zona y de una buena cerveza en el descanso o adquirirla para beberla durante el encuentro. A pesar del habitual viento y el frío correspondiente, siempre cuenta con sus fieles en los partidos.

La camiseta que me llevó a conocer la historia de este equipo ha cambiado de marca, incluso ha impreso sponsors en su impoluta elástica con patrocinadores locales que aportan riqueza tanto al club como a los comercios y empresas locales. También se organiza un día del golf, comidas, catas de cervezas y ginebras con aficionados del club o integrantes del equipo. La plantilla no destaca por tener a los mejores atletas puesto que algunos jugadores muestran sus kilos de más al correr la banda, algo entendible viendo como disfrutan de la cerveza dentro del vestuario tras los partidos.

Los grandes equipos no son siempre los que más éxitos conquistan si no los que tienen detrás una gran comunidad y unos valores que en definitiva marcan un estilo de vida a seguir tanto dentro como fuera del campo de juego.

Fotografía | Alejandro Escámez | Tjørring IF | Texto | Daniel Juárez

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