De San Cris al mundo cámara en mano
La vida de un día cualquiera en el barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles nos acoge en el encuentro con Pablo García Sacristán, fotógrafo que ha captado todos los grandes triunfos de la selección masculina y femenina de fútbol durante todos estos años. Puede presumir de haber “levantado” los grandes trofeos mundiales pero prefiere denunciar las desigualdades sociales con su objetivo. En la terraza de un bar con solera tomamos café y comenzamos la aventura charlando por los orígenes.
San Cristóbal de los Ángeles.
Aunque llevo tiempo sin vivir aquí, el barrio es donde siempre estoy en cuerpo o en alma. Es donde nací, he crecido y me he hecho como persona. Es el centro neurálgico de mi vida.
Siempre has estado rodeado de la fotografía en tu entorno.
A mi padre y a mi tío les gustaba mucho la foto. Desde pequeño lo he estado viviendo, veía muchas fotos. No lo considero trabajo, es mi pasión. Nunca miro el reloj de entrada o salida cuando estoy trabajando, soy feliz.
Tu primera foto publicada.
La primera foto que publiqué en un periódico fue en un centro cultural en San Cristóbal. Hice una foto, la envié a Marca y la publicaron. Antes había salido en un periódico una vez que vino a visitarnos Raúl González Blanco al barrio cuando jugábamos en el infantil donde posó con nosotros. Esa no la hice yo pero la recuerdo con cariño.
¿En medios de comunicación?
La primera información que hice fue un entrenamiento del Rayo Vallecano. Me tocó hacerle una foto a Urbano. La primera foto en un partido también la recuerdo, fue en un Atlético de Madrid – Zaragoza de Copa del Rey que ganó el Zaragoza. Se lió una de la hostia en el Calderón. Empezaron a tirar huevos y sillas a los jugadores en el fondo. Era la época en la que estaba el Atleti en segunda.
¿Cómo era la figura de Raúl González en el barrio?
Nosotros éramos pequeños, le veíamos salir del instituto y después en la tele jugando con el Real Madrid. Cogía el autobús con el chándal del Madrid y se iba a entrenar a la ciudad deportiva. Había veces que bajaba por el campo algún sábado a entrenar con sus amigos y se ponía a ver la gente que estaba jugando. Para nosotros siempre ha sido un ídolo, un espejo al que mirarse.
¿Sigue volviendo por aquí?
No, yo creo que no. Él vivía en unas casas bajas en la Colonia Marconi y ya no existen, las tiraron. Este barrio siempre ha sido del extrarradio y nos han dejado como una especie de gueto. Muchos bloques se han tenido que tirar, volver a hacer… siempre sobrevivir.
Se sigue olvidando el barrio a pesar del transcurso de los años.
Este barrio tiene un encanto de la hostia. Siempre ha habido mucha cultura debido a la emigración. Venía mucha gente de Extremadura, Castilla la Mancha… y de otros países también. La gente que no conoce esto siempre lo ha visto con recelo. Los que somos de aquí decimos Sancris y se nos pone la piel de gallina. En nuestra época, con Tierno Galván de alcalde creo, se hicieron institutos, ambulatorios, colegios, guarderías… todo público.
Al final es lo que hace funcionar un barrio.
Es lo que hace barrio.
Yo venía a jugar aquí y siempre se miraba con recelo.
Aquí el campo era de tierra, pero una tierra guay. Molaba que lloviera para que hiciera barro y te lo pasabas de puta madre. A nosotros la gente venía a vernos en el campo cerradito y pequeño. Molaba. En Villaverde tenemos la pequeña “Bombonera” así que imagínate el ambiente cuando juega el Racing.
Tú también juegas al fútbol.
Aquí en el barrio con los colegas, entrenando y jugando. No me he podido dedicar como a la fotografía que se me da algo mejor, o por lo menos no tan mal.
Tus orígenes están en Extremadura.
Toda mi familia es de Guijo de Santa Bárbara, una comarca de La Vera. Es mi rincón secreto.
Buena zona, podíamos hacer el símil de que Extremadura es tierra olvidada, un poco como San Cristóbal.
Como dice Extremoduro “Tierra de conquistadores no nos quedan más cojones. Si no puedes irte lejos te quedarás sin pellejo”. Ya puedo estar en mil ciudades en el mundo que cuando vuelvo siempre me escapo al pueblo.
¿Cómo fue tu formación?
Salí del barrio cuando terminé el COU. Hice toda mi formación en un radio de 100 metros. Iba andando solo al cole, hacía los deberes, entrenaba… Luego fui a Moratalaz a un instituto de formación profesional, al Carlos María de Valcárcel. Estudié imagen y las prácticas las hice en Marca. Firmé un contrato de prácticas en verano hasta llegar a indefinido. Estuve ahí hasta que acabó el COVID y decidí salir. Entré con menos de 18 años hasta los 39 y he recorrido el mundo por todos lados: Mundiales, Eurocopas, Champions…

Tus inicios en Marca.
Me reía mucho, me lo pasaba de puta madre. Tuve suerte de que todos mis compañeros me ayudaron un montón. Mi formación era con cámara analógica e imagínate que cuando entré ya era todo con fotografía digital. No tenía ni puta idea y me decía “madre mía… una cámara digital”. En esa época las digitales eran como los coches eléctricos en la actualidad que están un poco en pañales. Te revelaba lo que hiciera falta con todos los procesos químicos pero digital…
¿Se ha perdido la camaradería de cuando llegaba alguien nuevo?
Sí, un poco. La gente ahora es más individualista aunque también ha influido la crisis en los medios de comunicación. Hace 10 – 12 años a un partido iban 5 o 6 fotógrafos de un medio, ahora como mucho 2 de cada medio. Te lo pasabas muy bien porque conocías compañeros también de otros medios. Ahora es todo más individual, llegas dos horas antes, te plantas ahí… es todo más interpersonal. Antes los viajes eran más pausados, ahora te mandan justo para cuando va a empezar un partido y si te puedes volver corriendo al final mejor para que sea más barato y así no pillan ni hotel. Antes ibas a cenar con la gente o por la mañana en el partido dabas una vuelta, parecían viajes de fin de curso porque hacías piña y cuando alguno tenía un problema siempre nos estábamos echando una mano.
Todo eso repercute en el producto final.
Repercute. Ahora los medios están con el clic de las noticias de mierda que no dicen nada para que la gente pinche. Me pone de los nervios… En cualquier medio te plantan “La Isla de las tentaciones”… si quiero ver eso no me meto en un periódico. Ahora prima el pinchazo a la calidad. Soy más a la antigua usanza e intento subsistir como puedo.
Influye en los profesionales de los medios, ¿te han salido menos reportajes?
Trabajo mucha memoria histórica y esos reportajes en España… alguna tele me lo compra, pero se venden más en el extranjero. Aquí no dan bola a esos temas. También he hecho muchos desahucios pasando noches en casa de esas personas contando las historias. Muchos periódicos solo te preguntan si ha habido hostias, quieren morbo y yo quiero contar historias personales que la gente pueda ver y leer para dar voz a los que no tienen.
Es la labor esencial del periodismo.
Eso es. A mí me gusta, si lo puedo colocar bien y si no me lo quedo. Lo que no voy a hacer es mierda. Mientras pueda contaré historia y quién lo quiera bien y si no lo veré con mis amigos.
Medios de fuera para contar cosas de aquí.
A la mayoría de los medios de aquí no les interesa la historia de un niño que vio a su padre por última vez con tres años porque lo sacaron de su casa a la fuerza y lo fusilaron. Después de 80 años lo han encontrado en una cuneta y pueden enterrarlo con sus seres queridos. Creo que son historias con sentido y hueco en el periodismo, pero claro no tiene ese titular morboso que llame la atención para pinchar y que te aumente el SEO o como se diga. A mi me gusta el periodismo, ir con un compañero y que él escriba mientras hago las fotos. Tanto aquí como fuera de España. Mientras pueda seguiré haciéndolo.
Estuviste en la crisis de Marca en Unidad Editorial.
He vivido tantas crisis en Marca… Parecíamos el Atlético de Madrid de Jesús Gil por el que pasaron 450 entrenadores. He tenido 7 directores mientras que el AS tuvo a Alfredo Relaño hasta que se jubiló. Estábamos acostumbrados a ERES, ERTES, pasarnos de Recoletos a Unidad Editorial… Era nuestro día a día, aunque luego salíamos adelante haciendo un periódico lo mejor que podíamos.
¿Por qué hay tantos cambios de director?
No lo sé, no tengo ni idea. Cuando lo compró Unidad Editorial imagino que sería para poner a alguien afín como pasa en los equipos de fútbol cuando echan a un entrenador. Te pones a mirar y muchos medios han estado así. Deberían dejar trabajar a la gente, aunque creo que siempre quieren resultados rápidos y eso lleva su tiempo. Al final Marca es un periódico que lo conoce todo el mundo aquí, pero también fuera de España. Un buen medio se revaloriza dando un buen producto, si al final vas a publicar informaciones que no son buenas la gente te va a dejar de comprar.
David Jiménez, exdirector de El Mundo, habló en su libro El Director sobre la situación de Marca y las presiones de Florentino Pérez al medio.
El director en ese momento creo que era Campillo. Podías ir a hablar con él sin problema. No era una estructura superpiramidal donde el tío está en su despacho. Pasará en Barcelona con Negreira que dicen que no existe. A esos niveles tampoco te puedo decir por mi parte.
¿Alguien te ha vetado alguna foto?
Nunca nadie me ha dicho que foto tengo que hacer o no tengo que hacer. Luego están los editores que con el material que tienen eligen lo que prefieren publicar. José María García también decía que lo echó Florentino cuando estaba en la radio por presiones. O Aznar, no lo recuerdo. Seguro que esas cosas pasan, pero yo no estoy en esos niveles.

En 2003 empezaste a cubrir a la selección española de fútbol.
Iba a los viajes de la selección ese año en la fase de clasificación para la Eurocopa que después se jugó en 2004 en Portugal.
¿El ambiente era de pesimismo como el de la afición?
Los jugadores no tanto porque iban a una competición a ganar. Al final no fracasan veinticinco, es que solo puede ganar uno como ha dicho Guardiola. Tenía mucho seguimiento a nivel nacional, pero a nivel internacional no habían ganado casi nada. Viajamos mucha prensa, radios, televisiones… antes de la crisis gorda que hubo en los medios. En Portugal fue un desastre. En el 2006 en Alemania también nos eliminan. Cuando ganamos la Euro de 2008 no había mucho seguimiento hasta que llegamos a la final. Allí estábamos en un pueblito donde entrenaban en medio de la montaña. Ganamos y ya en Sudáfrica cuando levantamos el Mundial hasta el 2012 era una locura de 30 o 40 personas trabajando alrededor. Ibas a los entrenamientos en las Rozas y era una barbaridad. En Brasil nos pegamos el hostión y todo empezó a decaer. Ahora sigue viniendo gente pero nada que ver con el pasado, también porque ahora hay menos prensa.
Llega Luis Aragonés a la selección.
Recuerdo la llegada de Luis Aragonés en El Saler, Valencia, donde fue la primera concentración. Estabas en cualquier entrenamiento y no te podías despistar porque algo podía pasar. Vi en directo la pelea entre Puyol y Vicente, estaban en un rondo y acabaron pegándose. También presencié la que tuvo con Reyes cuando le picó con el “negro” cuando era compañero de Thierry Henry. Ya lo conocía de la época del Atleti, te morías de risa. Me gustaba porque gesticulaba mucho, era fotogénico y te daba buenas fotos. El tío era muy serio, pero tenía su humor y te reías cuando le cogías el tranquillo.
Vamos al Mundial 2006 y hacemos una gran primera fase.
Después Francia nos pega el viaje y nos deja en cuartos como siempre.
Tras la eliminación Aragonés deja fuera a Raúl.
Había mucha tensión entre ellos. Creo que ambos hablaron y se dijeron las cosas a la cara. Hicieron una rueda de prensa conjunta en Las Rozas para limar asperezas. Al final son gente de fútbol y entienden los códigos. Después con la victoria en la Eurocopa no se volvió a hablar de eso.
¿Se fue injusto con Raúl?
Tampoco soy muy objetivo, siempre estábamos con Raúl en la boca. Lo que sí te digo es que el entrenador decidió y se ganó.
¿Y el trato de la prensa con Aragonés?
Si ganas cojonudo, si no ganas… En el Mundial 2006 lo iban a echar. Con los seleccionadores excepto con Del Bosque hubo movidas. Imagínate la época de Clemente, tuvo que ser por dentro… una locura jugar todos los putos partidos, aunque fuera con Malta. Con Luis Enrique al principio fue la hostia para los medios, después los resultados no empezaron a ir bien y se diluyó todo… son cosas que no me gustan de la prensa. Del Bosque dijo (enseña móvil) “sobre Rodrigo como relevo de Busquets, el otro día escuché a un compañero de los medios decir que hizo un partido horroroso, lo escuché y dije no tengo ni puta idea de fútbol”. Un tío que ha ganado Eurocopa, Mundial… Llega uno a la tele y dice la mayor barbaridad que pueda y así se han convertido en gran medida los medios.
Por desgracia empiezan a ser parte dominante de los medios deportivos.
Son gente que en mi opinión no tienen ni puta idea de fútbol. A muchos les daría un balón y les diría que diesen diez toques. Cuando los hagan podemos seguir hablando.
Lo pasamos mal para clasificarnos a la Euro 2008
Jugamos una repesca en Bratislava creo recordar.
Se ganó y pudimos disputarla.
Esa Eurocopa fue la hostia. Estábamos en un sitio cojonudo con los jugadores, ellos mismos te preguntaban dónde comer. Güiza por aquella época estaba con Nuria Bermúdez y todas las noches se escapaba del hotel con ella a un bar donde estaba toda la prensa. Él nos dijo una de esas noches a mi compañero Ángel Lara y a mí que se iba después de la Eurocopa al Fenerbahce. Al día siguiente lo publicamos.
¿No os dijo nada de la publicación?
No, era otro tío con el que te reías bastante. Al final la labor del periodismo es sacar noticias y si te lo dicen encima… Antes de publicar se contrastó con llamadas.
Convivíais con los jugadores en el día a día.
No estábamos en el mismo hotel, pero convivíamos en el sentido de hacer vida juntos con ellos en el pueblo. Cuando tenían libre se iban con las familias. Todo allí era naturaleza. Le pedía una foto al salir del hotel y no les molestábamos en todo el día libre que tenían con los familiares. Respeto mutuo para ambos.
Empezamos a pasar fases jugando muy bien…
Estaban allí los de Caiga quien caiga y me hicieron una entrevista. Ese año tenía un viaje con los colegas a Ibiza y cogimos el hotel justo después de cuartos calculando que llegábamos como siempre a esa fase. Yo diciéndoles a los de CQC “joder a ver si nos eliminan que tengo que irme a Ibiza con mis colegas que tenemos todo pagado”. Me escuchó Casillas y me dijo “joder niño eres un poquito cabrón, con qué hasta cuartos eh”. Había escuchado la entrevista que me hicieron, pero luego él me dijo que si no fuera jugador hubiese dicho lo mismo en mi situación. Al final pasamos de cuartos y le dije “bueno ya que estamos vamos a ganar, ¿no?”.
No te importó tanto perder el viaje.
Que va, al final no me vino mal porque ganamos.
Penaltis contra Italia ¿dónde estabas?
Estaba justo donde se ponía Casillas mientras le lanzaban a Buffon los penaltis. Cuando marcó Cesc después se fue a abrazar a Casillas. Vinieron también todos los jugadores de frente. Los fotógrafos italianos estaban más pendientes de la situación contraria.
Pasamos por fin de cuartos.
Hostia ganas a Italia por penaltis, luego a Rusia, pero estaba Alemania en la final. No tenía tan claro que pudiesen ganar ya sabes el dicho “el fútbol juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania”. No llevaba mucho tiempo en el periódico y lo veía como una experiencia personal.
¿Cómo la viviste?
Igual que un partido de primera RFEF. Hay gente que se ponía camisetas y todo, pero yo estaba trabajando. Fui al campo, cogí mi sitio, comprobé que todo estuviese bien, que no lloviera e intentar mandar luego las fotos rápido para que le llegasen cuanto antes al periódico. Nunca he vivido un partido de una manera especial.
Ganamos.
Me pegué una paliza de currar de la hostia. Acabamos a las mil, pero de eso se trata, de informar de todo lo que estaba pasando. Éramos varios compañeros siguiendo desde dentro y fuera del campo lo que pasaba. El periódico quería hacer una tirada muy grande al día siguiente.
Al Mundial 2010 se llegaba con otra actitud.
Se iba con buenas sensaciones, pero desde dentro de la selección todo era muy diferente a lo que se vivió aquí en España. Partiendo de la base de que allí era invierno y aquí verano, a las cuatro de la tarde ya anochecía. En la final estuvimos a una temperatura que rondaba los 0º o -2º y aquí la gente estaba en las terrazas. Tampoco había el auge del internet, no había tantas redes sociales. Nosotros allí no nos enteramos de la historia del pulpo Paul. Fueron muchos días, casi 50, desde que salimos de casa y empezamos con la concentración. Primero fuimos a Austria una semana. No nos llegaba el flujo de información de aquí. Allí ibas día a día, cubrías la información, sacabas temas…
Empezamos perdiendo y acabamos ganando, ¿se hacen mejores fotos en la derrota o la victoria?
Fotos se hacen buenas en cualquier partido, pero siempre vende más la victoria aunque la tristeza es muy potente.
Tuviste que ir temprano el día de la final.
Fui a las cinco de la mañana a coger sitio junto a un par de compañeros. El partido no se disputaba hasta las nueve de la noche y cuando llegamos había una cola considerable, no sé a qué hora llegaron los jugadores.
¿También fue una concentración cercana como la de la Euro 2008?
No, cambió porque el sitio donde estábamos era más inhóspito. Ellos estaban dentro de una universidad, en un sitio más cerrado y con más seguridad por el país. También era invierno y la vida era distinta, a las cuatro de la tarde hacía un frío… Nuestro hotel estaba en medio de un polígono. Al final sí que coincidimos con ellos en un centro comercial donde comíamos todos.
No hubo copas de Güiza.
No hubo copas ni casi nuestras.
¿Con qué foto de ese Mundial te quedas?
Cuando levantaron la copa del mundo.
¿Pudiste cogerla?
Sí, luego en el avión. Íbamos con los jugadores y nos hicimos fotos. Cuando terminó el partido me hice una con Casillas y Villa, pero ya cuando terminaron las celebraciones.
¿Qué pensaste cuando Robben encaró a Casillas?
Nada, estaba pendiente de hacer las fotos.
¿Disfrutaste la final?
No la disfruté nada en el sentido futbolístico. No he visto la final nunca en la tele porque me da tal recuerdo de carga de trabajo que terminé agotado. No he visto la final de Lisboa, la de Eurocopa… Yo me lo tomo igual de importante que un Talavera – Racing de Ferrol.
¿Te hubiese gustado vivirla como aficionado?
No, me gustó vivirla como fotógrafo. Ya he visto otras finales cómo aficionado y me lo he pasado de la hostia.
¿Dónde estabas en el gol de Iniesta?
Justo al otro lado porque me quedé en el banquillo de Holanda. Me cambiaba con un compañero holandés, pero en la prórroga no nos cambiamos. Tengo la foto desde atrás de Casillas parando a Robben. Había otro compañero cubriendo la parte del ataque de España.
Pitido final y explosión de alegría en la celebración.
Cuando marcaron hice las fotos, seleccione 5 o 6, las mandé al periódico antes de que pitara al final. Me quedé pendiente de coger sitio para el levantamiento de la copa, las celebraciones en el césped… No me quedé con la boca abierta. Ahora tienes editores a los que se las mandas, pero en ese momento me editaba yo allí.
Volvisteis a España tras el partido.
Si se perdía salíamos justo después del partido, si ganábamos un poco más tarde, pero nos fuimos echando hostia al acabar la celebración con los jugadores al avión.
¿Cómo fue el viaje?
Estaba sentado con Sara Carbonero. Después vino Iker Casillas mientras terminaba de currar con el ordenador. Estuvimos los tres viendo las fotos del partido. Era un viaje superlargo, llegamos a España y un calor… todo el mundo con banderas.
¿Estabais preparados para el tremendo recibimiento?
Nos avisaron. Me fui a casa, dejé las cosas, cogí el coche y me fui directo al pueblo. Vi tantas banderas, tanta gente, tanto calor… Me agobié. Me escondí en el pueblo de puta madre.
2012 y nos llevamos otra Eurocopa.
Había más prensa y estábamos un poco más lejos de los campos de entrenamiento. Fue muy complicado en el sentido de la logística. En cuanto a resultado la Eurocopa más sencilla de ganar. La celebración no fue tan apoteósica porque estábamos un poco acostumbrados en ese momento.
¿Notaste distanciamiento con los jugadores?
Nunca lo he notado.
Empieza la decadencia.
Brasil fue un desastre auténtico. Estábamos eliminados en el segundo partido cuando muchas selecciones solo habían jugado un partido. Nos tiramos una semana con el equipo eliminado, el sitio donde estábamos era una mierda… todo mal.
La convivencia con los jugadores sería difícil por el contexto.
Fue complicada, pero por la seguridad que tenían encima. No teníamos prácticamente convivencia con ellos.
Empieza el fin de una generación.
En la Euro 2016 estábamos en un buen sitio y con Vicente del Bosque se trabajaba muy bien, aunque el resultado en la competición no llegó a ser del todo bueno. En Rusia 2018 todo mal de nuevo…
¿Cómo recuerdas a del Bosque?
Es un 10. En la Euro de Francia le pedimos que nos dejase entrar a entrenamientos a puerta cerrada y accedió a abrir todos menos el previo al partido.
Llega Lopetegui.
No traté mucho con él. El Mundial de Rusia moló por el sitio donde estábamos, pero pasó lo que pasó…
Rumores de despido en la previa del inicio del torneo.
Un compañero y yo nos fuimos al centro de entrenamiento de la selección y vimos un bloque de pisos al lado. No sabíamos ruso, pero cogimos el traductor de Google y llamamos a un telefonillo por si nos podían abrir y acceder a una casa con una ventana que diese al campo. Llegó una mujer de hacer la compra, era azafata y hablaba algo de inglés. Le dijimos con el traductor en ruso si nos dejaba entrar y nos subió a su casa con la suerte de que era uno de los pisos más altos y sus ventanas daban a la ciudad deportiva. Allí nos encalomanos y creíamos que acabaríamos en 15 minutos… Estuvimos 4 horas. Coloqué el ordenador en la cocina, nos sacó un café…
¿Cómo os enterasteis de que podían cargarse a Lopetegui?
Por la mañana hubo una rueda de prensa en la que se dijo que lo iban a destituir. Hicimos la rueda y nos fuimos al piso de la azafata. Ella se fue a echar la siesta y todo. Al final conseguimos la foto y un video, lo teníamos todo conectado para publicarlo al instante. Nos enteramos de que gente de seguridad les dijo a los vecinos de esos bloques que no dejaran entrar a periodistas para que no se viera nada desde dentro.
No terminó nada bien el Mundial.
Debacle absoluta y para casa.
Llega Luis Enrique pero deja la selección durante un periodo por el fallecimiento de su hija. Robert Moreno coge el equipo y dejas una foto para el recuerdo en el último encuentro que dirigió.
Un compañero me comentó que se rumoreaba que podría no continuar. Salió y se puso en el banquillo super serio, con pinta de desencajado. Se metió en medio sombra y dije que esa era la foto del partido. Se hizo muy viral por el contexto del momento.
¿Era tan difícil como dicen trabajar con Luis Enrique?
Es un encanto trabajar con él y su cuerpo técnico. Justo empecé como fotógrafo oficial de la selección y ponía todas las facilidades. Tiene muy normalizada tanto la derrota como la victoria.
Se disputa la Eurocopa un año después por la pandemia.
Fue muy complicado. Todos los días muchas PCR. Tenías que cuidarte mucho porque si dabas positivo te ibas fuera. Le pasó a Busquets. No había más fotógrafos, estaba yo solo. Fue muy tenso en ese sentido.
¿Tuviste alguna restricción de entrada en vestuario, entrenamientos…?
No, con mascarilla y listo. Jugadores, entrenadores, delegados… Éramos todos iguales.
¿Te recordó esta nueva generación de chavales a la primera en 2008?
Siempre he tenido buena relación con todos, tanto jóvenes como veteranos. Esta nueva generación muy bien, todos muy majetes.
Se recupera la ilusión por la selección y la afición se engancha.
La gente se ilusionó, los jugadores estaban muy motivados… pero no salió en la competición al final.
Ibamos con buenas sensaciones al Mundial 2022.
Ilusión de la hostia de hacer algo bonito, pero no. No entró la pelota y ya está.
A los pocos meses otro Mundial, en este caso el femenino en Australia y Nueva Zelanda. Fue en invierno cómo el que viviste en 2010 con la masculina, pero este un poco más lejos de casa. ¿Cómo fue para ti este campeonato?
El campeonato fue parecido al clima del masculino en 2010. Días cortos, con frío por la tarde aunque por las mañanas no hacía tanto. Se ponía el sol a las cuatro de la tarde al igual que en Sudáfrica. Tienes menos horas de luz pero como estás metido en la rutina del trabajo no tienes mucho tiempo para otras cosas.
¿Cuáles eran las vibraciones dentro de la concentración?
Fue una concentración muy larga, dos meses, porque al estar tan lejos teníamos que aclimatarnos al jet lag. Se empezó de menos a más con el transcurrir de los días, pasar rondas e ir haciendo historia en cada partido porque al principio no se había pasado nunca una eliminatoria. Perder con Japón fue un palo pero luego ganar a Suecia, Suiza, Países Bajos… fue una emoción, sobre todo por la manera en que se ganó. El ambiente era espectacular en cuanto a decir que se podía dar la campanada.
¿Existe alguna diferencia en la manera de trabajar entre la selección femenina y la masculina?
No veo muchas. Al final te metes en rutina de concentración y el planning está establecido.
Realizaste una de las fotos del torneo, Jennifer Hermoso y Alexia Putellas emocionadas en el banquillo después del partido contra Países Bajos, ¿qué simboliza para ti?
Esa foto fue bonita. Estaba fotografiando las celebraciones de las jugadoras tras el partido. Me giré con el objetivo 70-200, también iba con un angular, y las vi abrazadas llorando. Habían hecho historia para el fútbol femenino y todas las niñas que juegan al fútbol.
A la vuelta un gran revuelo con las celebraciones, ¿te fuiste pitando al pueblo para desconectar?
Lo mismo que me pasó en 2010. Estaba loco por ver a mis hijas y mi chica, me fui a la playa que es donde estaban. Esta vez no fui al pueblo pero fui en su busca y me olvidé de todo.

Otro de los grandes eventos que has cubierto ha sido la final de Liga de Campeones entre Atlético de Madrid y Real Madrid en Lisboa.
Tenía la secuencia del gol de Godín perfecta. Era el final del partido y tenía todo el equipo prácticamente recogido para cubrir la celebración. Llegó el gol de Ramos y tuve suerte de fotografiarlo también. Siendo sinceros, que hubiera ganado una Champions el Atleti hubiera sido la hostia históricamente. Al final lo que manda es el resultado.
Uno de los protagonistas de esa final fue Sergio Ramos. Hace poco tuvo un incidente con un fotógrafo al que empujó tras la derrota del PSG contra el Bayern Munich en Liga de Campeones.
Por lo que vi en las imágenes se debió asustar, no se dio cuenta de que era un fotógrafo. El problema es que con todo el peso que llevas te puedes caer y cargar las cámaras. Lo que he tratado con Sergio siempre ha sido respetuoso.
¿Has tenido algún problema alguna vez?
No he tenido ningún problema de ese estilo. Algún encontronazo en algún tumulto sí.
¿Te han robado alguna foto?
Está a la orden del día. La gente de este país no entiende. “Hacer una foto es solo darle al botón”. Pues dale al botón. Muchas veces llamo a la persona y le digo que me pase los datos, pero algunos te dicen que la foto es suya porque salen en la foto. El derecho de la imagen de la fotografía es del fotógrafo. Desde el mismo argumento cuando te has casado, ¿por qué le pagas al fotógrafo que te hace las fotos si sales en ellas?. Falta mucha cultura y educación en cuanto a la fotografía, fotógrafo y lo que cuesta una foto. Un fotógrafo es una profesión más. A un fontanero no le dices que te apriete las tuercas gratis y tampoco a un panadero que te regale una barra de pan.
¿Haces algún tipo de control para evitarlo?
Sé que existen plataformas, pero no las he utilizado todavía. A veces hago algún tipo de control, con algún jugador me ha pasado. Cada vez subo menos fotos o no las pongo al momento de hacerlas, me espero dos o tres días. Es peor para la difusión pero me debo a un cliente.
¿Los jugadores te las pagan o se las cedes?
Depende. Trabajo para clientes. Unos son jugadores, otros son medios… Unas fotos te las piden los propios jugadores o los gabinetes de comunicación que suelen ser periodistas que a veces no las quieren pagar. Eso sí me jode porque lo saben y lo hacen.
Todo el mundo se cree fotógrafo.
Que tengas una cámara en el móvil de la hostia no quiere decir que sepas hacer fotos.
Intrusismo o la predominancia del reportero total que sepa hacer la foto, el texto y el vídeo.
Son tres profesiones diferentes. La calidad de ese trabajo va a ser tres veces peor por lo menos. Ya prima la rapidez a la calidad. Muchas veces los medios ni miran.
Es una de las causas de la baja calidad.
Sí, el internet ha hecho que se prime la rapidez y la calidad baja.
Han disminuido los grandes reportajes de investigación
Sigue habiendo, pero menos. Lo que te argumentan los editores o los que dirigen esos medios es que no da clic. Yo me dedico a otra cosa, que no de clic no quiere decir que no sea bueno, incluso en la gran mayoría suele ser mejor. Es un reporte de dinero rápido, pan para hoy y hambre para mañana. La sociedad necesita unos medios fiables, objetivos y que informen.
Rápido, sin coste y sin salir de la redacción.
Así es imposible dar noticias. Se dan rumores, fake news… nadie contrasta nada. Sale uno diciendo una barbaridad, se viraliza y funcionando. Eso al final hace mucho daño a la sociedad y a la democracia.
Tú si sales y haces reportajes, ¿te los costeas?
Depende del medio. Generalmente lo suelo proponer yo. Escribo a algún medio y otros me contactan a mi. Me produzco, busco contactos, sitios…
Te fuiste al campo de refugiados de Siret, Rumania.
Estuve al poco de empezar la guerra de Rusia contra Ucrania. Fui a la frontera entre Ucrania y Rumania, al paso de Siret. Me pilló la nieve e hice reportajes de refugiados que huían de la guerra. Lo vendí a algunos medios, pero hasta que no llegas a veces al terreno no sabes que temas puedes tocar. Si estás ahí siempre vas a poder hacer temas de lo que está pasando en el sitio.
¿Fuiste solo?
Sí. Hice Madrid-Barcelona-Rumanía, pillé un coche y tardé tres horas hasta la frontera. Es mejor ir con alguien porque compartes gastos. Muchos de estos trabajos los suelo hacer por vocación no para hacerme rico, pero no significa que regale el trabajo. Si quieres una historia buena, objetiva y desde el terreno tienes que entender que no es gratis. Hay que hacérselo entender a la gente.
¿Dónde te quedabas?
Me quedé en el coche y pasé un frío de la hostia. Todos los alojamientos estaban guardados para los refugiados. Si querías irte a un hostal tenías que recorrer 100 kilómetros. Estaba nevando y tenía muchas posibilidades de quedarme tirado. Cuando entré a Ucrania estuve durmiendo en un hostal que encontré en una de las ciudades. Al final cuando estás en estos sitios vas buscando, hay gente que te deja sitio para dormir.
Un día en la gloria de un gran estadio y otro en el horror de los campos de concentración.
Lo he pensado, a veces es complicado. Estuve en Libia en el Aita Mari, un barco de rescate con refugiados y 48 horas después en el Metropolitano haciendo un Atlético de Madrid – Liverpool. Fue en 2020 justo antes del COVID. Es complicado, pero relativizas todo lo que tiene que ver con el deporte. Cuando estás en un barco en medio del mar intentando encontrar en un gps el punto de la barca que se puede estar hundiendo con gente… no tiene sentido que 80.000 personas estén pitando al árbitro por un fuera de juego…
¿Fue tu experiencia en el Open Arms?
No, es otra ONG llamada made Mediterráneo. Tienen un barco y hacen misiones de rescate y salvamento por el Mediterráneo. Me enrolé varias semana. Salimos de Grecia y volvimos por Cerdeña que fue donde nos dieron puerto tras rescatar gente. Fueron días tensos hasta que te dan puerto.
¿Te lo pidieron o te enrolaste tú?
Me enrolé. Llevaba mucho tiempo queriendo ir. Dependía mucho de las condiciones pero lo conseguí y pude hacer reportajes.
¿Cómo viviste la pandemia como fotógrafo?
No te lo esperabas. La primera noche del cierre salí del periódico, como era de la prensa me podía mover. Me fui a la puerta del Sol, saqué la cámara y empecé a fotografiar toda esa zona de Madrid vacío. Después vino todo lo que pasó a nivel mundial. Empecé a vivirlo justo cuando volvía del barco, en el sur de Italia, donde entraron los primeros focos. Lo empezaba a ver, pero no me imaginaba lo que sucedió.
Todo vacío.
Fue impresionante. Todo en silencio, carreteras vacías, todo cerrado… te dabas una vuelta por el centro y no te encontrabas ni diez personas y los que veías eran como fantasmas con mascarillas mirando a otro lado.
Después la nevada con Filomena.
Me quedé un poco jodido porque lo viví fuera de Madrid. Cuando empezó a nevar me fuí a la Cañada Real a hacer fotografías para contar la situación en la que se encontraban. Me interesaba denunciar lo que estaba pasando, no tenían luz ni manera de calentarse en los barracones donde viven. Fui a retratar a ver si la gente se daba cuenta de lo que era ese núcleo de personas pasando frío. Estuve allí y cuando se puso a nevar más fuerte cogí mi furgoneta 4×4, salí de la Cañada que estaba embarrada y estaba empezando a cuajar. Me fui por no quedarme tirado en la carretera. Tuve suerte y salió el reportaje. Lo publiqué en The Guardian y tuvo bastante difusión. Hemos vuelto tres o cuatro veces más a partir de eso.
También has cubierto desahucios.
He hecho bastantes. Muchos se han parado por la presión vecinal, organizaciones que se movilizan y los medios que van. Eres notario de lo que pasa y evitas que les echen. Otras veces no puedes, pero muestras el drama de los desahucios. Es duro.
Los medios de comunicación como un bien social.
Deben estar presentes e informar. Con el tema de las elecciones se están creando bulos sobre las ocupaciones, la gente informada sabe que eso no es verdad. Engañar a mucha gente es relativamente sencillo, cuentas una mentira 1000 veces y la gente se lo cree.
El racismo es visible en las gradas de los campos de fútbol pero ahora está en el foco con el caso de Vinicius, ¿el Real Madrid tiene más repercusión?
Siempre ha habido racismo, pero nunca se ha tomado en serio y cuando se ha podido paliar no se ha hecho, por ejemplo aquella vez con Eto’o en Zaragoza y el árbitro que intentó que no se fuera del campo. En declaraciones posteriores el propio árbitro se arrepentía, eso hubiera sido un puñetazo en la mesa. Ahora es lo que ha pasado con Vinicius. Tenemos que acabar con el racismo, los insultos… Un jugador un día es un hijo de puta y cuando se pone tu camiseta es dios. En España se han podido hacer cosas, pero no se han tomado medidas. Hubo oportunidades tras insultos a Iñaki Williams, a Eto’o, Dani Alves, Neymar… La gente se lo toma como algo de siempre. Está en el propio lenguaje cotidiano: “trabajar como un negro”, “como chinos”. Hay que empezar desde abajo, la educación. Esas actitudes las ven los niños.
Has cubierto partidos de niños donde han ocurrido incidentes.
A veces tienes que decir a algún padre que ya está bien, que deje al árbitro o a los propios niños. Así pasa lo que pasa después… batallas campales en partidos de niños. Todo va hilado por la educación.
Antes disfrutamos del fútbol de niños y no había estos temas.
Antes se decía en otra medida “a ver si me saca mi hijo de pobre”. Escuché a Fernando Torres decir que de su plantilla actual uno o ninguno llegará al primer equipo del Atlético de Madrid. Está claro que pueden ganarse la vida con el fútbol, hay más vida que los grandes clubes, pero el entorno de los jugadores no están preparados para el fracaso, es la vida. Se pierde más que se gana.
Nos han educado en el triunfo.
Solo vale ganar y si no ganas has fracaso.
Pero no solo en el fútbol, también en la vida.
Tienen que enseñar a perder. Así pasa con las decepciones de la gente, también en la ley del mínimo esfuerzo. Me toca la polla la gente que dice “si lo sueñas lo consigues”. Cuánta gente ha querido ser campeona del mundo…
Tienes una escuela de fútbol en el barrio
Jugué muchos años en el Racing Villaverde y se creó una escuela entre todos. Ejercí como directivo mientras era jugador. Todo autogestionado. Luego todo creció con más de quinientos niños y niñas. Lo hicimos por el tema de que los niños hicieran deporte en el barrio con un entorno bueno para practicarlo. He estado con unos compañeros de presidente, este año en marzo salimos porque ya estábamos cansados. Entre el trabajo, esto y las niñas… dimos un paso al lado, pero lo hemos pasado de puta madre. Hemos llevado jugadores a Vicente del Bosque y reivindicado el campo de tierra para que nos lo hicieran de césped. El campo tiene el nombre del que era uno de nuestros vicepresidentes. Se ha creado un vínculo de pertenencia muy grande entre la escuela y el barrio.
Hace comunidad.
Primamos el fútbol y los valores: solidaridad y compromiso. Muchas escuelas se hacen para ganar dinero, nosotros hemos sido de las escuelas más baratas de todo Madrid seguro. Nos sentimos orgullosos. Hemos utilizado nuestras armas de difusión para expandir el club.
Presidente y jugador, ¿dejarás el fútbol o todavía hay cuerda para rato?
Me cambié de equipo cuando era presidente para que nadie dijera nada. Me fui a otro y me jodió, pero si quería hacer un proyecto de escuela necesitaba hacer eso. Sigo jugando hasta que el cuerpo aguante como los viejos rockeros aunque ya está más cerca el tanatorio. De momento es una manera de mantener la mente fresca y el cuerpo en forma.

Realizaste un documental de un compañero de equipo y su enfermedad durante el COVID.
Se hizo una base de datos de esta etapa y una de las fotos que le saqué a David fue una de las imágenes de la pandemia durante su boda en pleno COVID. Solo pudo entrar el padrino, madrina, novia, la jueza, yo… creo que en total unas siete personas. Le detectaron un cáncer un año antes del COVID. En el último control le extirpan el estómago. Creíamos que iba a estar limpio, pero le detectaron metástasis. Todos los días hablabamos, él estaba en la escuela de fútbol con los niños y éramos muy amigos. Surgió la idea de hacer el reportaje porque era inminente su muerte, y pensamos en documentarlo para su hija de 6 meses. Se iba a casar cuando estuviera limpio, pero llegó la pandemia y los malos resultados médicos… No hubo manera y surgió este proyecto. Los últimos dos meses de su vida serían documentados para su hija, pero en los últimos momentos me dijo de publicarlo por si le podía servir de ayuda a alguien. Lo comenté en el periódico y creamos un documental en foto y vídeo. Un compañero del periódico me ayudó para editarlo. Quería que la edición la hiciera una persona de fuera y objetiva. Salió en muchos medios incluso fuera de España. Me escribió Filipe Luis. El ayuntamiento en modo de homenaje se lo puso a nuestro campo de fútbol donde jugábamos. Él hizo toda la labor del fútbol femenino, lo implantó. En definitiva lo hizo para que su hija se acordase de su voz. Es uno de los reportajes más importantes de mi vida profesional.
Muy duro, no estamos preparados lo suficiente para la muerte.
Él decía: “me voy a morir, pero tú también. Me voy a ir antes que tú pero te voy a ganar eso sí”. Lo comentaba con una nota de humor y optimismo.
A cada persona le afecta de una manera diferente.
Él lo afrontó de manera optimista como lo hacía en el deporte relativizando todo.
Deporte como herramienta para educar.
Eso es, nos dio una lección impresionante. Es el legado que deja. Ha conocido su historia medio mundo gracias a él.
¿Has sentido miedo en algún lugar donde has estado trabajado?
Trabajando no he sentido miedo en ningún sitio. Quizás sea por la adrenalina de estar trabajando. Sitios de más tensión… ¿sabes donde se sufre? en cualquier celebración de fútbol donde están los ultras. Se meten borrachos y empiezan con la cantinela de “periodistas terroristas”. Crece la tensión, estás solo, no sabes por donde te pueden venir. Recuerdo partidos en el Calderón, Atléti – Madrid, los coches de prensa los aparcamos donde entraba el Frente Atlético… dejaron el coche de un compañero con un extintor dentro. Cuando sales quedan cuatro y es más peligroso que estar en las favelas de Brasil.
Viviste la aventura del Dakar.
Fui como Paco Martinez Soria en Vente a Alemania, Pepe. Viajé un día 30 de diciembre, me acredité y pasé la Nochevieja solo en un hotel. Con unos compañeros nos juntamos un rato y al día 1 ya nos estaban recogiendo. Es distinto cómo lo cubre un fotógrafo a un redactor. Me pillé una tienda de Quechua de montar en dos segundos y cada día dormía en un campamento. Iba con lo mínimo imprescindible: mochila con cuatro cosas de ropa, ordenador y gps (que me dejaron unos chilenos). Viajaba en un helicóptero militar pero continué con dos compañeros argentinos en un coche. Compartimos gastos de gasolina e íbamos con el roadbook viendo donde había un salto o una buena foto. A veces pasaban los coches a dos kilómetros y decíamos que estaban lejos… íbamos a veces andando en medio del desierto. Me lo pasé de puta madre, me reí la hostia. Íbamos siguiendo sobre todo a Carlos Sainz y Marc Coma. Dormíamos con ellos, Nani Roma, Cyiril Despres o Nasser Al-Attiyah en el campamento. Por la noche me iba para ver cómo arreglaban los coches y las motos. Cuando llegué a Madrid quería repetir el año siguiente pero no pude por los recortes.
¿Es complicado ir al Dakar?
La acreditación es cara por lo que conlleva. Te rescatan como si fueras un piloto, es una especie de seguro. Se te jode el coche, te quedas tirado y tienes que tirar una bengala. Llegué sin saber nada hasta los dos días.
Lo hiciste a tu manera.
Lo hice a mi bola. El redactor a un lado y yo a otro buscándonos la vida. Tenía que buscar una buena foto.
Conseguiste la foto de llegada.
Sí. A Ettiene Lavine, director AXO, le dije que iba a ganar Sainz y que tenía que fotografiarlo en la meta. Me dijo que fuera con él en el helicóptero. Me mareé. Estuve 3-4 horas ahí arriba, el piloto iba echando hostia. Logró acercarse e hice unas fotos cojonudas, le pedí aterrizar… Llegué y no me podía ni tener en pie.
Una auténtica aventura.
Un día fui andando 8-10 kilómetros dentro del desierto y me quedé sin agua. Todos los días pasaba algo. Ducharte 2-3 veces con agua fría. Le regalé mi tienda de campaña a un fotógrafo chileno, mira que las tiendas tardan en montarse 2 segundos pero se la regalé porque en Chile no las vendía, al tío le venían de puta madre. Terminé durmiendo encima de una mesa del media day. Eran mesas de madera pero estaba tan cansado…
Fotos espectaculares deja el Dakar siempre. ¿Quiénes han sido tus referentes dentro del mundo de la fotografía?
Cada uno tiene un estilo. Mis compañeros del periódico con los que trabajaba y compañeros de agencias. En España hay muy buena calidad de fotoperiodismo deportivo. En fotoperiodismo, prueba de ello el último Pulitzer, es el grupo de AP en el que están Emilio Morenatti y Hernán Díaz. También tenemos referentes como Susana Vera, Juan Medina, Manu Fernández, Juanjo Martín, Pedro Almestre…
Tu foto más preciada.
Cuando levanta Casillas la Copa del Mundo. Tengo otra cuando ficharon a Beckham en Medinaceli, les vistieron de medievales, trinqué a Raúl subido en un caballo gracias a un tío que estaba haciendo una reforma en su casa por medio de una ventana… rollo paparazzi, llevaba poco tiempo en el periódico. Cuando subió el Atléti a primera se bajaron Torres, Diego Alonso, García Calvo y se metieron en la fuente de Neptuno. No había nadie, se pararon 20 o 30 aficionados que los reconocieron. Nos dieron el chivatazo, fuimos allí y les cazamos.
Maradona.
Es Dios. Futbolísticamente no hay más que Maradona. Como fotógrafo le he hecho varias entrevistas. Supermajete. Lo difícil era llegar a él pero cuando llegabas te sentabas a escucharle hablar de fútbol. Me faltó con Di Stefano y Luis Suarez Miramontes. Me hice fotógrafo por ver a Maradona en el 86 con la Copa del Mundo rodeado de fotógrafos. Muchas veces iba con Argentina en los mundiales. Me encantaba cuando era jugador. Cuando me aburro me pongo videos suyos. Futbolísticamente es mi ídolo.
Fotografía | Isabel Plaza | Texto | Daniel Juárez