Personas

Janet Guthrie

Una de las pioneras que abrieron el camino a las mujeres en los circuitos de velocidad en un mundo de hombres y machista.

La primera mujer que corrió las 500 millas de Indianápolis

1963, Janet Guthrie se dispone a subirse al Jaguar XK140 de carreras en el Sports Car Club of America de Kansas para debutar en un circuito. Anteriormente la joven de 25 años ha participado con un Jaguar XK120 en gymkanas de circuitos de tierra, pruebas de campo y escaladas. Todos sus coches los prepara ella misma aprovechando sus dotes como ingeniera. A punto de salir a pista escucha el ambiente de los aficionados, huele la gasolina y el neumático quemado, y cuando se apaga el semáforo saborea por primera vez las mieles de la competición a la que quedará enganchada.

La instructora en Sebring

1972, nueve años han pasado desde el debut de Guthrie en una prueba de asfalto y ahora afronta otro desafío: las 12 horas de Sebring. Encaramada al volante de su vehículo recuerda como de complicado fue conseguir patrocinios en el mundo del motor y más siendo mujer. Como cuando tuvo que trabajar como piloto de avión e instructora de vuelo para conseguir el dinero necesario para tener la oportunidad de correr en una prueba prestigiosa como la que va a afrontar en unos instantes y que le aportará sus dos primeras victorias de nivel antes de seguir haciendo historia.

El debut de una mujer en la NASCAR

1976, el prestigioso ingeniero Rolla Vollstedt invita a Janet Guthrie a la prueba de uno de sus vehículos para las 500 Millas de Indianápolis de ese mismo año. Las dos victorias en su clase conseguidas en años anteriores en las 12 horas de Sebring han llamado la atención de Vollstedt y quiere ver de lo que es capaz la piloto aunque finalmente no logrará clasificarse para la prueba. Esa misma temporada, el Charlotte Motor Speedway ruge mientras Janet Guthrie en el interior de su automóvil contiene los nervios antes de afrontar una carrera histórica donde se convertirá en la primera mujer en competir en la Copa NASCAR. Cruzará la meta en el 15º puesto y se abrirán las puertas de cuatro carreras más. El fallido intento de calificar para las 500 Millas de Indianápolis tuvo repercusión, muchos pilotos declararon que no lo consiguió porque se trataba de una mujer y el automovilismo era un deporte de hombres. Esos comentarios machistas llegaron a oídos del legendario A. J. Foyt, ganador cuatro veces en Indianápolis, que enfurecido le prestó un coche a Guthrie para rodar en Indianapolis donde consiguió el tiempo adecuado para haber calificado en esa edición demostrando que las mujeres también podían plantar cara a los hombres con un coche adecuado.

La primera mujer en las 500 Millas

1977, justo un año después Guthrie vuelve a la carga en Indianápolis al volante de un Lightning-Offy y esta vez consigue clasificar en novena fila, en concreto en la posición 26ª delante del también debutante en la prueba Clay Regazzoni, expiloto de Fórmula 1 y ganador de varios grandes premios. La primera mujer en participar en las 500 Millas de Indianápolis afronta una carrera que se le complicó por problemas mecánicos con el coche y que acabaría en 29º posición, también por delante del bravo Regazzoni. El resultado fue lo de menos, ya que demostró que las mujeres también podían participar en una prueba mítica. No todo quedó ahí esa temporada ya que semanas después siguió rompiendo barreras y se hizo con el honor de ser la primera mujer en participar en las 500 Millas de Daytona, y lo haría consiguiendo el Top Rookie de la carrera. En Bristol cosechó una sexta posición, siendo el mejor resultado de una mujer en una carrera de NASCAR de primer nivel.

Consolidación en Indianápolis

1978, otra vez en la salida de las 500 millas de Indianápolis pero esta vez con la experiencia de haber participado anteriormente. Sujeta el volante con una muñeca fracturada que se había lesionado en un evento de tenis benéfico dos días antes y que había ocultado a los oficiales de carrera. Esto no fue un impedimento para cruzar la línea de meta en novena posición, un puesto histórico y meritorio. Su fama se acrecentó y su figura se utilizó para realizar anuncios televisivos, algo que dio más visibilidad a la mujer en el deporte de motor.

La influencia de Guthrie en el mundo del motor

1980, la falta de patrocinadores seguía siendo una constante. A pesar de seguir rompiendo barreras no contaba con el mejor material y no fue capaz de calificar para la Indy 500 de ese año. Se centro en la categoría de autos Sport en las series de SCCA y tres años después, tras competir en 33 carreras de NASCAR durante cuatro temporadas tuvo que poner fin a su carrera deportiva. Su legado es incalculable siendo la pionera que abrió el camino de las mujeres en un mundo de hombres y con gran carga machista. Ya retirada continuó con la lucha como por ejemplo cuando en 2011 firmó una petición de apoyo para que las mujeres puedan conducir en Arabia Saudí. Cuando llegó a la NASCAR las mujeres no tenían un baño para ellas en los circuitos, cuando cerró su carrera no solo consiguió la igualdad de derechos en los circuitos si no que es una de las estrellas del Salón de la Fama del Automóvil.

Fotografía | NASCAR

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