El primer superhéroe bajo palos
La primera actuación estelar de un jugador de fútbol que recuerdo es la de Gianluiggi Buffon en una eliminatoria de copa de la UEFA de vuelta en el Stadio Ennio Tardini entre Parma y Atlético de Madrid en 1999. El partido acabó 2-1 a favor de los italianos que se llevaron el global por 5-2. En una de las teles de cajón grande de las de antes, vi como el tipo paraba todo esa noche, o así lo recuerdo. Dicen que con el tiempo uno idealiza las cosas pero la superioridad esa noche bajo palos fue la de un superhéroe capaz de volar de palo a palo como Superman. No iba mal encaminado en mis comparaciones ya que uno de los motes que tenía este portero, y que me enteré posteriormente, era el del famoso superhéroe de traje azul y capa roja. Como el propio Peter Parker, el bueno de Buffon escondía debajo de su equipación una camiseta con la icónica S con la que se le pudo ver en alguna que otra celebración del club parmesano al que entró con 13 años como delantero y acabó saliendo una década después como uno de los mejores porteros del momento, tras ganar Copa y Supercopa de Italia y la UEFA donde lo conocí, con destino a la Juventus de Turín. A la Vecchia Signora le profesó amor hasta tal punto de mantenerse en la escuadra cuando el club vivió el descenso a segunda división tras el escándalo que vinculó a directivos del club con la compra de árbitros para recibir favores en competición. Mientras tanto le dio tiempo a ganar un Mundial con la selección italiana antes de la vuelta de los infiernos de la serie B. Tras varios años de reconstrucción de la Juventus la gloria le aguardó participando bajo palos en una de las dinastías más fuertes de la historia del fútbol italiano ganando desde 2011 hasta 2018 el scudetto. Pero se acababa resistiendo la Liga de Campeones que intentó conquistar en un affaire de un año que vivió con el PSG donde no acabó por consolidarse como titular indiscutible. Dejó su carismática huella en la llamada ciudad del amor y cuando parecía que la retirada estaba más cerca se cruzó la Juventus de nuevo donde de forma discontinúa ocuparía la portería que tantos triunfos le dieron y que le permitirían aupar unos cuantos trofeos más pero nada como el primer amor de un Parma venido a menos y en segunda división al que volvió sus últimos años para colgar el traje de Superman.
Fotografía | PA