El viaje de la samurái
Una gran sonrisa siempre acompaña a Marta Solano, la periodista y escritora ha desarrollado su carrera en TVE como presentadora en distintos espacios incluidos los deportivos donde ha cubierto grandes eventos de masas como finales de Liga de Campeones, Eurocopas, Mundiales y Juegos Olímpicos. Ha sabido adaptarse a los nuevos medios y se ha lanzado a contar su experiencia como viajera a lo largo del mundo a través de un canal de Youtube. También ha escrito sobre la cultura japonesa en su libro El viaje del Samurái. Mucho ha cambiado la vida de esa niña que pisó el Vicente Calderón con su abuelo.
¿Cuál fue tu primera toma de contacto con el deporte?
Creo que tenía dos años cuando mi abuelo me llevó al Calderón a ver un partido de “su Atleti”. El deporte siempre ha estado en mi vida. Recuerdo escuchar el Carrusel en el coche de mis padres y ver por la tele partidos de baloncesto porque en mi casa hay mucha afición. De hecho, yo empecé de pequeña jugando al basket y lo practiqué con intensidad durante más de diez años. Incluso llegué a ser árbitro. Después he tenido la suerte de trabajar como periodista deportiva conociendo a gente a la que admiro y viviendo en primera persona grandes eventos.
Has vivido el deporte desde diversas perspectivas, ¿qué significa para ti la figura del aficionado?
Se resumen en vivir el deporte con pasión, seguirlo en directo siempre que puedo, vibrar con las alegrías y las penas de mi equipo y empaparme de él (historia, protagonistas, evolución). Si además puedo practicarlo, mucho mejor. Pero creo que lo más emocionante de ser aficionada al deporte es poder compartirlo con otros seguidores en el campo, en casa, en un bar, y los valores que transmite. Para mí el deporte forma parte de la vida.
El periodismo a veces es como una competición, ¿cómo ves el papel de la mujer periodista en el mundo del deporte?
Creo que a las mujeres periodistas, en general, se las saca poco partido. Muy pocas ocupan puestos de responsabilidad y muchas de ellas tienen papeles secundarios en las redacciones cuando por formación, experiencia y profesionalidad están sobradamente preparadas. Creo que es un tema más de mentalidad que de valía profesional. Afortunadamente cada vez hay más periodistas deportivas a las que se las reconoce por su trayectoria y trabajo y no por su físico.
Quizás el periodismo necesite evolucionar en ese sentido, ¿cambiarías algo de la profesión en la actualidad?
Muchas cosas. Creo que se ha perdido un poco el norte. Ahora parece que el periodista tiene que ser un aficionado más, un miembro de un partido político o interpretar algún tipo de personaje. Cuando veo o escucho tertulias deportivas, política o de corazón siento que no todo vale, que falta objetividad, que si el periodista no se diferencia del ciudadano que con pasión defiende a su equipo en una tertulia con amigos, no tenemos ningún futuro. Y otro de los aspectos que no me gusta del periodismo actual y que está en alza, por desgracia, es que el periodista, reportero, tertuliano, presentador, se ha convertido en el protagonista. Lo de menos es la noticia, el contenido. El ego hace mucho daño a la profesión y se ha visto acrecentado también por las redes sociales. Afortunadamente aunque creo que ésa es la tendencia, hay muchas excepciones que dignifican la profesión y que seguirán siendo mi modelo a seguir.
Ser periodista te ha regalado grandes eventos, ¿con cuál te quedarías?
Elegiría dos: los Juegos Olímpicos de Londres en los que tuve la suerte de contar durante horas las aventuras y desventuras de nuestros deportistas. Fue un sueño hecho realidad. Y en mi etapa en España Directo, la proclamación de Felipe VI. Durante 6 horas presenté un programa especial con expertos de primer nivel para analizar cada detalle de un día histórico. Para mí fue un reto y creo que conseguimos devolver la confianza depositada en el equipo.
Se vive distinto como periodista o aficionada, ¿en este último caso cuál elegirías?
Como aficionada al deporte me quedaría con los Juegos de Barcelona 92 en su totalidad por lo que fueron y supusieron después para nuestro deporte y con la Copa del Mundo que conquistó la Selección en Sudáfrica en el año 2010. Pero habría tantos, el Mundial de Basket en Japón, los Roland Garros de Rafa Nadal, los campeonatos del mundo de Fernando Alonso o los éxitos de nuestra selecciones de waterpolo, balonmano, fútbol sala, hockey, Copa Davis, patinaje, bádminton, taekwondo… Imposible quedarse sólo con uno.
Las mujeres se están haciendo notar también en las competiciones, ¿vive el deporte femenino su mejor momento o todavía le queda por mejorar?
En deporte hablar de techos es imposible. Creo que lo mejor siempre está por llegar, pero desde luego estamos ante la edad de oro del deporte femenino español. Carolina Marín, Mireia Belmonte, Teresa Perales, Lidia Valentín… y los éxitos de la selección femenina de baloncesto, waterpolo, sincronizada, gimnasia rítmica… y podríamos seguir con fútbol y otras disciplinas. Es para sentirnos muy orgullosos de ellas.
¿Crees que llegará el día en el que el deporte femenino pueda competir en audiencias con el masculino?
Por qué no. Ahora mismo los casos de Mireia Belmonte o Teresa Perales no tiene nada que envidiar en palmarés al de Gasol o Rafa Nadal por ejemplo. Los cuatro son firmes candidatos a ser mejor deportista español/a de todos los tiempos. Las barreras están para romperlas y ellas están dispuestas a hacerlo. Lo están demostrando y eso que tienen muchas menos oportunidades y recursos que los hombres. Ahí radica la diferencia y en la exposición mediática también, por supuesto.
¿Qué aspectos crees que deben mejorar en el deporte femenino actual?
Sobre todo el apoyo a nuestras deportistas en forma de becas y patrocinios. La mujer hace un esfuerzo mayor que el hombre para estar en la élite. Cuenta con menos oportunidades, menos medios y el sacrificio personal también es mayor (por ejemplo, si hablamos de la maternidad). Y como periodista es justo hacer autocrítica y reconocer que en los medios no se trata igual el deporte masculino y femenino. Ni por cantidad ni por tratamiento. Eso debería de cambiar.
Siempre se habla del mejor deportista de la historia pero yo te reformularé la pregunta ¿Quién es para ti la mejor deportista de la historia?
Si nos atenemos a los datos, la mejor deportista de la historia es Esther Vergeer, holandesa de 39 años, tenista paralímpica, diez años invicta (470 triunfos consecutivos), 284 títulos y 7 oros olímpicos. Para mí otra leyenda de todos los tiempos es la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, campeona del mundo, olímpica y europea y que batió hasta en 28 ocasiones el récord del mundo en esta prueba. Su superioridad, su técnica y elegancia para mí la hacen si no la mejor, una de las mejores deportistas de la historia.
Eres una gran viajera, ¿qué te aporta viajar?
Soy de las que pienso que viajar es el dinero mejor invertido. Disfruto al máximo de la vida y no me agobio mucho por el pasado ni por el futuro. Lo importante es el presente. Cada vez que hago un plan a más de una semana vista, nunca se cumple. Intento disfrutar de cada momento, en mi profesión y en mi vida, y de la gente que realmente importa. Y eso se transmite, creo, en mi día a día y también en la ilusión que pongo a cada proyecto profesional que comienzo. El deporte y la naturaleza están siempre presentes en mi vida, igual que mi familia y amigos.

Recientemente has abierto un canal sobre esta temática en el que cuentas tus vivencias a lo largo del mundo y posteriormente has debutado como escritora. ¿Cómo surgió esta idea?
La idea surgió de forma espontánea. Se puso en contacto conmigo un agente literario para que escribiera una novela. Y le dije que en unas semanas iba a viajar a Japón con mi hijo. Estaba convencida que de ese viaje podría traer historias inspiradoras y, así ha sido.
¿Crees que faltan programas que recorran el mundo para acercar la cultura a aquellos para los que es más complicado viajar?
Hay muchos formatos de viajes. Desde españoles, madrileños, andaluces… por el mundo hasta callejeros. A mí los que más me gustan son los de La 2. Hay muchas producciones de National Geographic o la BBC de reporteros que recorren el mundo. Siempre he soñado con hacer algún día este tipo de programas. Uniría mis dos pasiones, viajar y comunicar.
Recorrer mundo te ha servido de inspiración ya que recientemente has publicado tu debut como escritora con El viaje del Samurai, ¿disfrutas más como escritora o periodista?
Ahora mismo como escritora. Es muy gratificante el contacto con los lectores, ver que se emocionan, ríen y se intrigan con lo que cuentas. Al principio sentía un poco de pudor, pero, poco a poco, me apetece más escribir. Ahora estoy con mi segunda novela. De momento escribo para todos los públicos, de 10 años en adelante. Creo que viajar es un regalo para todas las edades y para compartir en familia. Yo lo hago con mi hijo y es una preciosa forma de viajar.
¿Qué te ha llevado a empezar por un libro sobre la cultura japonesa?
Hay viajes que te cambian la vida, y a mí Japón me la cambió un poco. No es que admire todo de Japón, pero sí muchas cosas en las que nos dan mil vueltas. Hablo de los japoneses, de cómo son, de su educación y empatía en todo momento, da igual la situación o el lugar. Creo que tenemos mucho que aprender de ellos y de su cultura y es lo que he intentado plasmar en El viaje del samurái, ese choque cultural tan grande entre Japón y Occidente.
¿Volverías a retomar algún proyecto sobre deporte?
Estamos en año olímpico y me encantaría repetir en unos Juegos y más en estos de Tokio, pero me temo que no va a ser posible. No ha surgido la oportunidad de volver a deportes, pero no lo descarto. Es un tipo de información positiva, fresca, amena que siempre me ha gustado y mucha gente me recuerda por mi etapa en deportes.